Factor de Protección Solar
El primer y más importante aspecto para considerar al elegir un protector solar para niños es el Factor de Protección Solar (FPS). Este número indica la eficacia del producto para proteger la piel contra los rayos UVB, responsables de causar quemaduras solares.
Para la delicada piel de los niños, se recomienda un FPS de al menos 30 o superior. Un FPS más alto proporcionará una protección más efectiva.
Además, asegúrate de aplicar el protector solar al menos 15-30 minutos antes de la exposición al sol para permitir que la piel lo absorba adecuadamente.
Protección de amplio espectro
Además de considerar el FPS, es crucial elegir un protector solar que ofrezca protección de amplio espectro. Esto significa que el producto protege contra los dos tipos principales de rayos UV: UVA y UVB.
Los rayos UVA pueden penetrar profundamente en la piel y causar daños a largo plazo, como envejecimiento prematuro y aumento del riesgo de cáncer de piel. Por otro lado, los rayos UVB son responsables de las quemaduras solares. Al optar por un protector solar de amplio espectro, estás asegurando una protección completa contra los efectos nocivos del sol en la piel de tus hijos.
Formula aplicable para niños
La piel de los niños es más delicada y propensa a la irritación, por lo que es fundamental elegir un protector solar con una formulación suave y segura para su uso en niños. Busca productos que sean hipoalergénicos y estén libres de fragancias y colorantes, ya que estos ingredientes pueden irritar la piel sensible de tus hijos.
Además, considera optar por protectores solares en forma de crema o loción en lugar de aerosoles, ya que las partículas del aerosol pueden ser inhaladas por los niños y no proporcionan una cobertura uniforme.
Si tu hijo tiene alguna condición de la piel o es propenso a reacciones alérgicas, es recomendable consultar con un dermatólogo antes de elegir un protector solar específico.
La loción corporal FPS50+ de Anthelios Dermopediatrics garantiza y proporciona una protección muy alta de amplio espectro (UVA+UVB) para la piel sensible de los niños. La protección protege la piel de los rayos UVA y UVB y ayuda a prevenir los daños causados por los infrarrojos A y la contaminación.
Resistencia al agua
Los niños suelen ser activos y pueden sudar o mojarse mientras juegan al aire libre, por lo que es importante elegir un protector solar resistente al agua. Esto garantizará que la protección solar permanezca efectiva incluso después de la exposición al agua.
Sin embargo, es importante tener en cuenta que ningún protector solar es completamente resistente al agua, por lo que es necesario volver a aplicarlo después de nadar o sudar intensamente.
Además, asegúrate de aplicar el protector solar de manera generosa y uniforme en todas las áreas expuestas de la piel, incluidas las orejas, la nariz y los labios. No olvides reaplicar el protector solar cada dos horas, o con más frecuencia si tu hijo está nadando o sudando.
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